Omnipotencia real

Hace algún tiempo fuimos testigos de un nuevo error, del que ahora, puede ser considerado el "rey de Chile".
Ricardo I no se conformó con repartir cargos, licitaciones y asesorías, sino que tomó el rol de editor de uno de los medios escritos, más influyentes dentro de la opinión pública nacional.
Mucho se ha escrito sobre la libertad que debe tener el Presidente de la República para poder "opinar autónomamente y como le plazca", pero se debe hacer la siguiente reflexión, una vez finalizado este episodio. ¿Es el ejercicio de su legítimo derecho o la utilización de un método de presión por poarte del rey, la carta enviada a "El Mercurio"?
A gusto de quien suscribe, la misiva fue parte de una imposición por parte de Su Majestad, quién, comprensiblemente, debe estar cansado de que los medios ataquen al resto de la realeza, dinastía Durán incluída.
Cuando el lacayo Puccio, mensajero y portavoz de Su Alteza, se refirió a la epístola, mencionó que ésta tenía carácter de "personal", cuando el papel que contenía el mensaje, llevaba el membrete y logo del Reino de Chile. Una vez más, parece que la logística falló en el castillo de La Moneda.
Pero hechemos un vistazo a lo que viene ahora, cuando las aguas se aquietan en la la aldea.
El rey Ricardo I, según una encuesta, es el mandatario con mayor aceptación dentro de Latinoamérica. Mis aplausos para el rey. A poco menos de 6 meses para finalizar su reinado, ha logrado centrar las miradas de la comarca en su figura, blindando a la princesa oficialista de quién, dicho sea de paso, seguimos esperando alguna idea o propuesta para su potencial reinado, el que a estas alturas, parece inevitable.
Es por esto, que la oposición al rey, debe dejar de pensar en un posible reinado de sus dos caballeros andantes. Sir Joaquín y Sir Sebastián se ven enfrscados en una lucha con ribetes que rayan en lo ridículo. Al parecer el trono de La Moneda, ya no es el fin máximo, sino que el objetivo parece ser dejar en el piso a su "compañero". Lástima que ya no existan las justas con lanzas y caballos; sería la forma más rápida de acabar con la disputa.
Ahora, la lucha debe centrarse en la elección de la mesa redonda parlamentaria, para así, poder detener los decretos dictados por la Princesa Michelle.
Durante el último mes hemos sido testigos de un endurecimiento de las políticas practicadas por el rey. La modificación a la Constitución y la eliminación de la firma del "traidor" y "asesino" Augusto Pinochet (quien se encuentra siendo ejecutado en tribunales) han sido medidas fructíferas para el rey Ricardo.
Al parecer, los DD.HH se han convertido en una especie de "moda macabra", ejecutando la conciencia de la gente que cree que cualquier obra del gobierno militar fue deleznable.
Lástima por los aldeanos que seguirán pagando tributo a la princesa Michelle y sus secuaces.