Padre Osvaldo Riquelme:

"Creo que es tiempo que dejen a nuestra institución en paz"
El sacerdote concuerda con Monseñor Medina, al momento de hacer un llamado a la gente a no contribuir con una causa, la que él considera, atenta contra la unión de los cristianos. Además, sostiene que no debiera existir un vínculo entre la política y la Iglesia


El padre Osvaldo Riquelme, ejerce sus funciones en la iglesia de los Padres Pasionistas de los Andes. Para él, lo acontecido por el código Da Vinci, encierra muchos factores distintos. Moda, falta de fe, pasar el rato. Todos estos hechos se conjugan para comprender el revuelo que esta obra ha generado. Para el padre Riquelme, la política y la religión no deben ser conjugadas, dado que dentro de la primera habría intereses ajenos al debate religioso. Alineado con el Cardenal Jorge Medina, nos da su parecer acerca de la controvertida cinta de Dan Brown “El código Da Vinci”

¿Vio la película “El código Da Vinci?
No. Algunos de los sacerdotes del obispado han censurado el film y todos nos alineamos con esa posición.

¿Qué opinión le merece el film?
Solo puedo opinar por lo que he visto en los medios de comunicación. Creo que es sólo uno de los tantos ataques que ha recibido la Iglesia durante los últimos tiempos.

Mucha gente afirma que ‘El Código Da Vinci’ es sólo una novela, una manera de pasar el rato. ¿Lo cree usted?
Si la gente que emite ese juicio, ha visto la película, así debe ser. Algunos fieles se me acercan en la iglesia, para decirme que como documento histórico, es inexacto, y que como ciencia ficción es, francamente, mala.

Parece que vivimos en una época que ha conseguido erradicar a Dios de la vida de millones de personas; sin embargo, el éxito de este libro demuestra que hay un interés por lo religioso...
La gente no ha erradicado a Dios de sus vidas. Esto se comprueba en la gran cantidad de asistencia que tenemos los fines de semana en la parroquia. Aunque pensándolo bien, la gente perfectamente podría haberse alejado de la imagen del Señor, dados los continuos ataques que hemos recibido. Agradecemos que no haya sido así.

El conocimiento está al alcance de cualquiera, pero ¿no da la impresión de que un sector muy grande de la población está dispuesto a creer en cualquier conspiración o absurdo histórico? ¿Existe una suerte de relativismo aumentado?
Mucha gente, que no tiene su fe muy arraigada a su vida diaria podría dudar de sus creencias al ver películas como la que motiva la entrevista. Otros, que no son pocos, opinan acerca del tema “por moda”. No creo que en estos momentos exista un relativismo más fuerte que hace 10 o 15 años atrás

“No creo que alguien encuentre entretenido “atacar” a la Iglesia”

Algunos parlamentarios han dicho que se ha vuelto entretenido “atacar” a la Iglesia. Otros creen que si sabe mover sus piezas con inteligencia, todos los sucesos devenidos de la cinta “El código Da Vinci” la iglesia podría sacar ventaja de sus detractores. ¿Qué opina al respecto de estas declaraciones?
No creo que alguien encuentre entretenido “atacar” a la Iglesia. Probablemente la palabra indicada sea “cuestionar”. Los ataques nunca son bueno, ni menos en casos como estos donde entran a jugar factores como la fe y los valores cristianos. En todo caso, creo que las declaraciones surgidas desde el escenario político, deben quedar dentro de ese contexto. Hay muchos elementos que se conjugan dentro de este ámbito, como proselitistas o conveniencias personales o partidistas. En cuanto a lo de sacar ventaja, no creo que sea necesario. Nuestra misión en la tierra es hacer que la palabra de Dios sea difundida y en eso nos concentramos

Pero esas declaraciones vinieron de un sector conservador, como lo es la Alianza por Chile...
No voy a referirme al supuesto conservadurismo con que actua tal o cual alianza política


Cree que Ron Howard, director de la pelicula basada en la novela de Dan Brown, priorizó mostrar su visión acerca de la figura de Cristo, u optó por los beneficios económicos que ésta le traería, previniendo su éxito luego del “best selling” del libro?
Creo que el autor se fijó expresamente en las ventajas materiales que esta película le podría traer. Si se tratar de expresar su visión religiosa, creo que hubiera intentado ser un aporte al debate actual, pero creo que más que una suma a las discusiones, es un factor negativo, que viene a divergir opiniones acerca de la Iglesia.


Creo que es tiempo que dejen a nuestra institución en paz.

El día 10 de abril, el Cardenal Jorge Medina, señaló a Televisión Nacional que “un cristiano no debería ver ese filme, pues se presenta una figura distorsionada, falsificada y blasfema de Jesucristo". Y agregó: "No debería colaborar con su entrada a la ganancia colosal que va a recibir la persona que inventó este asunto". ¿Qué opinión le merecen estas declaraciones?
Concuerdo 100% con el Cardenal. Creo que la gente no debe contribuir a que situaciones como estas se sigan sucediendo. De cierta manera, y desde mi punto de vista, creo que gente debiera sancionar este tipo de actitudes. Creo que es tiempo que dejen a nuestra institución en paz.

¿Es un desafío para la Iglesia, desmentir los dichos de “El código Da Vinci”?
Todos aquellos que tengan fe, no necesitan una “desmitificación” de los hechos presentados en la película. Todo aquél que haya recibido una formación cristiana, sabe que lo que se presenta en la cinta es pura infamia. Quienes no posean creencias religiosas, debieran comprender que este tipo de obras no aportan nada a la sociedad y que lo presentado en esta, son herejías.

iconografía periodística

Cuando la actividad periodística comenzó, nadie imaginó que en pocos minutos, o incluso segundo, podría estar leyendo contenidos de personas de cualquier parte del mundo. Es que cuando la dinamismo informativo comenzó su funcionamiento en la red, fue acaso el inicio de una nueva era para quienes trabajan en este rubro. Términos como hipervínculo, simultaneidad o multimedia, no formaban parte del vocabulario diario de quienes pretendían promover sus contenidos por el mundo. Pero una nueva tendencia se está generando, al menos en nuestro país; El fotoperiodismo. Dinámico, ágil, entretenido y oportuno, son solo algunas de las características que esta forma de comunicación nos presenta.
Mediante las palabras, a las que solemos estar acostumbrados, sólo nos queda la posibilidad de imaginar hechos, acontecimientos o personas. Pero aquí es donde la premisa que reza “una palabra vale más que mil palabras” cobra real fuerza. Nada como una buena fotografía para “imprimir” en la mente de nuestros lectores el mensaje concreto que buscábamos entregarle. Entonces, ¿Es el fotoperiodismo la ciencia de representar mil palabras en el abrir y cerrar de un obturador, en el momento exacto? A modo de ver de quién suscribe, la definición de fotoperiodismo, podría cederse a la representación gráfica más fiel de la línea de sucesos de un hecho relevante. (Inicio, desarrollo, clímax, desenlace, final).
La duda que podría asaltar a quién lea estas líneas, podría ser ¿cuál es la función del fotoperiodismo, siendo que tenemos los medios escritos que nos llevan, mediante palabras hasta el lugar de los hechos? Supongo que es por el mismo hecho por que los cuentos infantiles ilustran sus páginas. Para crear en sus lectores la suerte de “golpe” que provoca una buena imagen. Qué mejores ejemplos que aquellas míticas fotos, que jamás se nos borrarán de la retina. El hijo de John John Kennedy , cuadrándose militarmente ante el féretro de su padre en señal de despedida. El cuerpo inerte del Papa Juan Pablo II; Las explosiones de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. He ahí el valor de las imágenes.
Esta nueva tendencia, desde una perspectiva personal, no representa una amenaza para los medios habituales de prensa. Siempre existirán aquellos tradicionalistas que prefieran la edición impresa de su diario favorito. Lo que si representa esta actividad, puede ser tomada como una nueva fuente información para quienes gustan de innovaciones tecnológicas al momento de preferir tal o cual medio.
También existen ciertas reticencias respecto al fotoperiodismo. Creo que una de las principales desventajas que esta nueva escuela presenta, es la alta posibilidad de manipulación que existe. ¿Quién, que sepa manejar un computador, no sabe hacerle retoques a una foto? A este problema, sólo veo una solución posible. Ganar credibilidad de mis lectores, mediante informaciones valoradas y confrontadas. De este modo, aseguraremos que tendremos un público cautivo. No trucar las fotos y entregar informaciones serias, parece ser la formula para la sustentación de un medio electrónico basado en imágenes. En todo caso, el movimiento digital iconográfico seguirá ganando terreno. Esta afirmación la podemos hacer basados en la proliferación de este tipo de medios. Esperemos que la tendencia al fotoperiodismo, venga a aportar nuevas ideas y refrescar los medios en Internet, ya que por interactivos o divertidos que sean, pueden quedar añejos.