Santa popularidad
Esta semana, Ricardo Lagos viajó hasta El Vaticano para presenciar la canonización del Padre Alberto Hurtado. Se reunió con el Papa Benedicto XVI e incluso lo invitó a visitar nuestro país en el año 2007. Qué buen dueño de casa es Lagos, invitando a cuanto personaje le haga aumentar su popularidad y le haga quedar bien en los más distintos grupos sociales. Imagínese si todos los convidados accedieran a la invitación. Tendríamos a Su Santidad, Joseph Ratzinger, al príncipe Carlos y quizás incluso a Hugo Chávez. Pero al Presidente se le ha olvidado un detalle. Toda la gente que ha mandado a callar durante estos seis años de Gobierno. Ecologistas, pescadores y políticos, han sido victimas del autoritarismo con que el Lagos ha dirigido el país. Llamado de atención para nuestros compatriotas que no estén de acuerdo con el presi; No lo emplacen en público porque se enoja y los va a mandar a callar (aún más con visitas) Retomando el tema de San Alberto Hurtado (¡que lindo suena!), debemos imaginar opinaría él, respecto a la injusticia social y a la inequidad en la distribución del ingreso, temas que preocuparon a Hurtado. Una de las principales batallas del sacerdote fue la lucha contra la pobreza y contra las situaciones irregulares de trabajo. ¿Qué pensaría acerca de los parámetros utilizados por el Gobierno para medir la pobreza y la cesantía? ¿Cuál es la real situación de los patroncitos? El conservadurismo con que el párroco enfrentó su misión, también parece estar perdiéndose bajo las administraciones concertacionistas. ¿Cuál sería la postura del fundador del Hogar de Cristo, sobre la nueva campaña del condón? No creo que la imagen de una escolar con un preservativo en la mano le haya sido agradable, ni menos ver una pareja de homosexuales promoviendo las relaciones gay. Pero no importa, Lagos se agarra de la popularidad del clérigo para elevarse en las encuestas. Raro que Michelle Bachelet no haya participado en el viaje a Roma. Mal que mal es la ahijada de Lagos. Estoy seguro. Si el Padre Hurtado viviera hoy, Lagos lo hubiera mandado a callar. ¿Qué se habrá imaginado un cura para emplazar al Presidente de Chile? Menos mal que Alberto nunca se topó con él. Me parece que llegó el momento de decir las cosas por su nombre. Una cosa es la oligarquía y la demagogia con que Lagos ha actuado, pero otra muy distinta que utilice un tema tan importante para algunos, (la canonización de Alberto Hurtado) como escalera para seguir ascendiendo en las encuestas. Señor Presidente, yo le pregunto ¿Cree Ud. en la santificación de una persona? Si mal no recuerdo, Ud. es agnóstico. No creo que se haya convertido al catolicismo de la noche a la mañana; No lo creo porque ser católico no aumenta la popularidad Pero no te olvides Ricardo de esa gran frase. “Contento señor, contento” |