iconografía periodística

Cuando la actividad periodística comenzó, nadie imaginó que en pocos minutos, o incluso segundo, podría estar leyendo contenidos de personas de cualquier parte del mundo. Es que cuando la dinamismo informativo comenzó su funcionamiento en la red, fue acaso el inicio de una nueva era para quienes trabajan en este rubro. Términos como hipervínculo, simultaneidad o multimedia, no formaban parte del vocabulario diario de quienes pretendían promover sus contenidos por el mundo. Pero una nueva tendencia se está generando, al menos en nuestro país; El fotoperiodismo. Dinámico, ágil, entretenido y oportuno, son solo algunas de las características que esta forma de comunicación nos presenta.
Mediante las palabras, a las que solemos estar acostumbrados, sólo nos queda la posibilidad de imaginar hechos, acontecimientos o personas. Pero aquí es donde la premisa que reza “una palabra vale más que mil palabras” cobra real fuerza. Nada como una buena fotografía para “imprimir” en la mente de nuestros lectores el mensaje concreto que buscábamos entregarle. Entonces, ¿Es el fotoperiodismo la ciencia de representar mil palabras en el abrir y cerrar de un obturador, en el momento exacto? A modo de ver de quién suscribe, la definición de fotoperiodismo, podría cederse a la representación gráfica más fiel de la línea de sucesos de un hecho relevante. (Inicio, desarrollo, clímax, desenlace, final).
La duda que podría asaltar a quién lea estas líneas, podría ser ¿cuál es la función del fotoperiodismo, siendo que tenemos los medios escritos que nos llevan, mediante palabras hasta el lugar de los hechos? Supongo que es por el mismo hecho por que los cuentos infantiles ilustran sus páginas. Para crear en sus lectores la suerte de “golpe” que provoca una buena imagen. Qué mejores ejemplos que aquellas míticas fotos, que jamás se nos borrarán de la retina. El hijo de John John Kennedy , cuadrándose militarmente ante el féretro de su padre en señal de despedida. El cuerpo inerte del Papa Juan Pablo II; Las explosiones de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. He ahí el valor de las imágenes.
Esta nueva tendencia, desde una perspectiva personal, no representa una amenaza para los medios habituales de prensa. Siempre existirán aquellos tradicionalistas que prefieran la edición impresa de su diario favorito. Lo que si representa esta actividad, puede ser tomada como una nueva fuente información para quienes gustan de innovaciones tecnológicas al momento de preferir tal o cual medio.
También existen ciertas reticencias respecto al fotoperiodismo. Creo que una de las principales desventajas que esta nueva escuela presenta, es la alta posibilidad de manipulación que existe. ¿Quién, que sepa manejar un computador, no sabe hacerle retoques a una foto? A este problema, sólo veo una solución posible. Ganar credibilidad de mis lectores, mediante informaciones valoradas y confrontadas. De este modo, aseguraremos que tendremos un público cautivo. No trucar las fotos y entregar informaciones serias, parece ser la formula para la sustentación de un medio electrónico basado en imágenes. En todo caso, el movimiento digital iconográfico seguirá ganando terreno. Esta afirmación la podemos hacer basados en la proliferación de este tipo de medios. Esperemos que la tendencia al fotoperiodismo, venga a aportar nuevas ideas y refrescar los medios en Internet, ya que por interactivos o divertidos que sean, pueden quedar añejos.