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Thursday, March 23, 2006

La cortina azul

La demanda marítima de Bolivia no es un tema nuevo. Las aspiraciones altiplánicas de un corredor soberano al mar se remontan a comienzos del siglo pasado. Todo quedó zanjado con el tratado de 1902 (más conocido como el tratado de 1904, ya que en ese año fue firmado).
Pero, recordemos un poco de la historia de los sucesos que hoy podemos observar.
En el año 1878, el entonces General y autoridad máxima en Bolivia, Hilarión Daza, recargó en 10 centavos el ingreso del salitre chileno a su país. El presidente de Chile, Aníbal Pinto, accedió a cancelar este impuesto, ya que mucho del ingreso de nuestro país, provenía por este concepto.
De aquí en adelante, se creó una suerte de sentimiento de superioridad por parte del pueblo boliviano, ya que Chile pagaba los tributos que las autoridades bolivianas consideraban necesarios.
En el año 2003, comenzó la arremetida del gobierno de Carlos Mesa (entonces presidente del vecino país) por conseguir su demanda. En la cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ejecutivo boliviano presentó el denominado “Libro Azul”, él que presentaba los argumentos para lograr su objetivo. Lamentablemente para él, se topó con una de las mejores duplas chilenas, en cuanto al manejo de relaciones internacionales. El binomio compuesto por el entonces presidente, Ricardo Lagos y la canciller Soledad Alvear, no sólo logró minimizar la solicitud de Mesa, si no que también alcanzó altos índices de simpatía por parte de mandatarios de la región (a excepción del eterno socio boliviano, Perú).
Eso es sólo un dato, para intentar comprender la actitud con la que Evo Morales asume el mandato de su país.
Luego de prometer la nacionalización de los hidrocarburos, la independización de algunas regiones de bolivianas y de la recuperación de territorio marítimo, Morales pretende, de entrada, mostrar cierto autoritarismo; Esto, en función de evitar los problemas que han debido enfrentar los demás presidente bolivianos, tales como Hugo Banzer, Carlos Mesa o Gonzalo Sánchez de Lozada, (todos debieron soportar una especie de “intifadas indígenas”.
En Chile, la idea de ceder una franja soberana a nuestros vecinos, cada día parece menos alocada y más real. La manifestación realizada por alrededor de 5000 personas en el court central de Estadio Nacional, demuestra que algunos de nuestros compatriotas, compartían el pensamiento de el ex presidente Salvador Allende, quién constantemente repetía “Mar para Bolivia”. Por eso, no es extraño que el día del acto de Morales en nuestro país, la gran mayoría de los asistentes, hayan enarbolado banderas que aludían al gobierno de la Unidad Popular. Por cierto, el ex abanderado presidencial del sector izquierdista más duro de nuestro país, Tomás Hirsch, expresó explícitamente tu deseo de una Bolivia con salida soberana al mar.
Ahora, Evo Morales ha citado a una reunión extraordinaria en la OEA, para tratar el tema del mar, apelando al sentimiento “Allendista” de algunos chilenos, y al socialismo del Secretario General de esta entidad, José Miguel Insulza.
Las pretensiones del Primer Mandatario, han estado en el centro de las miradas de la región latinoamericana. Para el pueblo boliviano, más que una postulación, esta instancia es considerada como un gesto de reconciliación con Chile, ya que según la versión de la gente del altiplano, les habríamos “robado” su terreno.
El presidente Morales, luego de variadas diatribas contra nuestra patria, ha comenzado a pavimentar un camino basado en el respeto mutuo y buscando el consenso internacional a su petitoria.
Muchos podrán defender la postura del presidente Morales y sus compatriotas. Otros, podrán decir que su demanda no tiene bases históricas ni legales. Lo cierto es que este episodio entre los 2 países, puede ser más perjudicial para Chile. Vale la pena recordar que el país de la bandera verde, rojo y amarillo, posee alrededor del 65% del abastecimiento de gas de la región. Ya lo anunció el canciller Foxley: Este año, tendremos escasez de recursos energéticos. Esto, podría ser el salvavidas para la petición boliviana de territorio marítimo.
La estrategia utilizada por el ex presidente Mesa de usar como cortina de humo para disfrazar los disturbios sociales y políticos del país durante su mandato, parece dar resultados para Morales. El pueblo se ilusionó con poder navegar en mar boliviano y eso es lo que reclaman. Me parece bastante justo; Lo que no está bien es utilizar la estabilidad geográfica de nuestra larga y angosta faja de tierra para disfrazar sus problemas. Señores bolivianos, perdieron su mar hace 102 años. ¡Supérenlo!

1 Comments:

Blogger yo-claudio said...

Cristóbal:
No está mal la contextualización histórica, eso aporta datos que usualmente no se manejan o que se recuerdan poco. Además, me parece interesante ligar el tema al problema del gas, aunque no olvidemos que la aspiración marítima es mucho más antigua a esta situación.
Sí considero que debiste profundizar más en lo medular de tu artículo, que está en la segunda parte.
Hay una redacción periodística y eso se agradece.
Ojo con la ortografía y los motes: tienes puntos menos por eso. La nota te la doy en clase.
Saludos,
Claudio

8:49 PM  

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